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Oliverio Rincón, la montaña rusa

Oriundo de Duitama (Boyacá, Colombia), fue ciclista profesional entre 1991 y 1996, retornando a la competición de nuevo en 1998. Se le llegó a considerar el sucesor de Lucho Herrera, pero no alcanzó el nivel de ‘el jardinerito’, puesto que no subió al podio final de ninguna de las tres grandes vueltas por etapas. 

No obstante, logró imponerse en dos etapas de la Vuelta, una en el Giro y otra más en el Tour de Francia, todas ellas en alta montaña. Además, se proclamó vencedor de la Vuelta a Colombia en 1989, con sólo 21 años, siendo segundo Fabio Parra, a 2’17”.

Prácticamente hizo su carrera en equipos profesionales españoles: Kelme, Amaya, ONCE y Vitalicio. Comenzó a utilizar la bicicleta con 12 años para poder trabajar como repartidor de pan. Posteriormente disputó carreras para aficionados para luego ser fichado por el equipo Castalia, derrotando a su compatriota, el mítico Parra, en la ya citada vuelta de su país, siendo todo un novato en el campo profesional.

Esta carta de presentación le sirvió de trampolín para fichar por el Kelme de la mano de Rafa Carrasco para sustituir a su ‘víctima’ y gran ídolo en Colombia, Parra. Con anterioridad ya sabía lo que era competir en Europa al haber sido décimo en el Mundial de fondo de carretera de Chambery’89 y en el Dauphiné Liberé del año siguiente, en Francia.

Además, siendo neoprofesional también fue décimo clasificado en la Vuelta de 1991, rozando el triunfo parcial en Cerler y en los Lagos de Covadonga. Estrenó su palmarés en España, con una etapa en la Vuelta a Burgos llegando escapado junto a su compañero Hernán Buenahora. Cerró la temporada exhibiéndose en la ya extinta Escalada a Montjuic, imponiéndose tanto en la prueba en línea como en la crono.

Alcanzó su plenitud deportiva en 1993 en el equipo Amaya de Javier Mínguez, quedando a un paso del podio en la Vuelta (4º), que le arrebató su compañero Lale Cubino, tercero. Por otra parte, se impuso por fin en los Lagos. En el ecuador de aquella temporada venció en la etapa reina de Dauphiné y fue segundo en la general final tras Laurent Dufaux para continuar su racha victoriosa en el Tour de Francia, al ganar una gran etapa de montaña, escapado, recorriendo nueve puertos, siendo decimosexto en la general final.

Cerró la mejor temporada de su trayectoria deportiva con puestos de honor en la Volta a Catalunya y en la subida al Naranco. Los siguientes tres años los siguió en la ONCE, siendo 5º en la Vuelta 1994 e imponiéndose después en la Clásica de los Alpes en solitario. En 1995 volvió a ser 5º clasificado, pero en esta ocasión en el Giro de Italia, a 10’03” de Tony Rominger e imponiéndose en la llegada en alto de Val Senales.

Concluyó aquella temporada con la octava posición en el Mundial de Colombia, a 1’53” de Abraham Olano. En su última temporada con Manolo Saíz consiguió la anhelada victoria en Cerler en la Vuelta.

En 1997 regresó a su país e intentó fichar por el equipo Glacial, pero las negociaciones se rompieron y decidió retirarse. Meses después, Mínguez le quiso para su nueva estructura, Vitalicio Seguros, y volvió para disputar el Tour de 1998, del cual se retiraría colgando la bicicleta definitivamente.

Durante el año 2000 fue secuestrado en dos ocasiones por el Ejército de Liberación Nacional y por las FARC, siendo liberado ambas veces en poco tiempo. Desde marzo de 2012 trabaja como director deportivo del equipo Colombia, de categoría profesional continental.

DANI FERNÁNDEZ 

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