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RECUERDOS DEL AYER: EL DÍA QUE DE LAS CUEVAS CONQUISTÓ DONOSTIA

Atrás quedaban los días en que este francés de Troyes salía a la carretera con los colores del Banesto, la escuadra de Miguel Induráin, el dominador del ciclismo de grandes vueltas en aquellos años. Su salida de la escuadra navarra no fue precisamente recordada por las buenas formas, ni de una parte ni de otra. Una serie de incidencias con las directrices del equipo durante la disputa del Giro de 1993, en particular en la etapa que llegaba a la estación invernal de Sestrieres y posteriormente en la del Santuario de Oropa, desencadenaron la marcha de Armand De las Cuevas de la estructura de José Miguel Echavarri. Polémicas aparte, en el equipo español se recuerdan sus buenas prestaciones contra el crono, siendo segundo tras el propio Induráin en la recordada contrarreloj de Luxemburgo. Su procedencia del ciclismo en pista, fue fundamental en el desarrollo de su carrera dentro de esta especialidad.

En aquel 1994 De las Cuevas militaba en el conjunto Castorama, y en el mes de mayo firmó su mejor actuación en una gran vuelta por etapas, finalizando noveno en el Giro de Italia y venciendo en la contrarreloj corta de Bolonia donde asaltó el liderato para perderlo al día siguiente. Después de abandonar en el Tour de Francia por una bronquitis, el corredor galo acudía a la cita donostiarra del primer sábado de agosto donde se dieron citar algunas figuras relevantes del ciclismo internacional como Induráin, Chiappucci o Gianni Bugno aunque sin incidencia reseñable en el transcurso de la carrera. En aquel entonces se disputaba la Copa del Mundo de la cual la Klasika era parte, y ciclistas más centrados en estas lides como Andrei Tchmil, líder de la misma, fueron más protagonistas.

Las primeras rampas de la ascensión a Jaizkibel, mucho más decisivo que en la actualidad, vieron despegar al ciclista del Castorama y nada le iba a detener hasta la línea de llegada en la ciudad guipuzcoana. Su extraordinario estado de forma tras vencer en la Vuelta Ciclista a Burgos disputada días antes se hizo patente en las carreteras vascas y la ventaja fue creciendo hasta sacar prácticamente un minuto en la cima de Jaizkibel al italiano Stefano Della Santa, su más inmediato perseguidor. Al ciclista transalpino se uniría en la persecución un americano del conjunto Motorola llamado Lance Armstrong, buen corredor de pruebas de un día y Campeón del Mundo en Oslo un año antes. Sin embargo este dúo de ciclistas poco pudo hacer ante el sensacional rendimiento de De Las Cuevas, que lejos de ceder tiempo aumentó su ventaja para llegar en solitario al Boulevard donostiarra, como en las grandes gestas. Con un minuto y 56 segundos de desventaja entró Armstrong que se hizo con el sprint ante Della Santa. Una magnifica exhibición en solitario y no precisamente a pocos kilómetros de la línea de meta.

Probablemente uno de los triunfos más importantes en la carrera de este peculiar ciclista francés, celebre en ocasiones por su carácter y sus formas poco ortodoxas. Todavía estaba por venir, cuatro años después, su triunfo absoluto en una carrera del prestigio del Dauphine Libere, siendo la temporada siguiente su retirada tras problemas de cobro en el Amica Chips italiano.

ALBERTO DIAZ CABALLERO

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