Corria el año 1997. La Vuelta estaba muy de cara para los ciclistas de la ONCE, con Alex Zulle a la cabeza. Los Banesto apenas habían tenido presencia de cara a la general, e intentaban conseguir victorias de etapa y llevarse la montaña con Jose María Jimenez. Restaban más de 50 kms para la meta, y la conjunción de ambos intereses provocó una etapa entretenidísima durante más de una hora.