VOLTA A CATALUNYA 1945 : EL PRIMER GRAN TRIUNFO DE BERNARDO RUIZ

Se celebraba el XXV aniversario de la Volta a Catalunya en aquella edición de 1945 con nada menos que catorce etapas. Una edición marcada por la ausencia de corredores foráneos debido a la contienda de la Segunda Guerra Mundial, que masacró a parte de Europa y también su ciclismo. Tan solo un combinado Suizo, con el patrocinio de la marca “Futbol de Sobremesa”, fue de la partida en la ronda catalana junto con el portugués Joao Rebelo del Sporting Club de Portugal corriendo en solitario. No pudieron participar otros corredores belgas y luxemburgueses que a pesar de figurar como inscritos tuvieron problemas con los visados. En la nómina de favoritos nacionales se encontraban Olmos y Gimeno del denominado grupo “Galindo”, por la marca de los tubulares utilizados rivalizando con los Pirelli, junto a ellos el veterano Vicente Carretero, Gual. Capó o Casas. Las ausencias más sonadas del pelotón español en aquella Volta fueron las de Julián Berrendero y Delio Rodríguez.

La primera jornada contó con dos etapas divididas en mañana y tarde, con final en el circuito de Montjuic y Manresa respectivamente. En la primera junto al vencedor de la misma, Enrique Armengol, estuvo en fuga un joven de Orihuela de apenas veinte años de edad  llamado Bernardo Ruiz que corría en la categoría de los  denominados independientes. Poca gente iba a presagiar lo que estaba por venir, los entendidos y la prensa poco sabían de este ciclista primerizo en esta competición. Fueron Carretero y Gimeno los que se disputaron el liderato de la carrera en las primeras ocho jornadas de la misma, sin embargo la novena etapa iba a cambiar el devenir de aquella Volta a Catalunya. El suizo Robert Zimmermann fue el vencedor del parcial que llevó a los corredores a la Seu d Úrgell, pero el protagonista del día no fue el ciclista helvético, sino Bernardo Ruiz. En un duelo formidable con Juan Gimeno, el alicantino finalizó el día como líder de la carrera después de que su rival sufriera una avería mecánica en el Coll de Nargó. Un liderato que no estuvo exento de cierta polémica, ya que parecía que nadie de los “Galindo” podía atacar o rivalizar con el propio Gimeno. Un día después, en la llamada etapa reina entre la Seu d´Urgell y Palafrugell, Ruiz hizo una espectacular defensa de su primer puesto, en una etapa plagada de dificultades, algún pinchazo y con la ascensión al Col de Tosses. En algunos medios se le comparaba con el gran Mariano Cañardo, palabras mayores para un debutante. Incluso Gimeno, muy desmoralizado, estuvo a punto de abandonar la carrera sin embargo desistió tras vencer en Palafrugell.

Desde esa novena etapa aquella Volta tuvo nombre y apellidos, no obstante Ruiz tuvo que sufrir hasta el final de la carrera en Barcelona las acometidas llenas de rabia de Gimeno que con gran pundonor acabó en segunda posición en la clasificación general final. En la etapa cronometrada entre Girona y Lloret de Mar obtuvo un sensacional sexto puesto, lo que dejaba, a un par de días del fin de la prueba, la clasificación general casi sentenciada. En la ciudad condal y con un circuito similar al del inicio se corrían los últimos kilómetros de esta edición 1945 de la Volta a Catalunya, no obstante la cosa pudo tener un mal desenlace. En la última vuelta y con la línea de meta prácticamente en el horizonte, un perro se interpuso en medio del pelotón, donde los ciclistas sortearon con éxito al animal, con la excepción de Bernardo Ruiz, el líder de la prueba ,que daba una estrepitosa voltereta y destrozaba su bicicleta. Afortunadamente la cosa no paso a mayores y el ciclista de Orihuela cruzaba a pie y junto a su bicicleta la línea de llegada.

Fue el primer gran triunfo de Bernardo Ruiz. Hasta entonces un desconocido, la revelación de aquella Volta a Catalunya, una prueba de primer nivel a la que llegó como independiente después de pagar 17000 pesetas por la inscripción, donadas por algunos vecinos de su pueblo. Años después Ruiz se convertía en uno de los referentes del ciclismo español, labrándose un gran palmares con victorias en la general de la Vuelta Ciclista a España, etapas en el Giro de Italia o en los Campeonatos de España. Pero si por algo es recordado es por ser el primer español en subir al podio final del Tour de Francia (en aquel momento ya había conseguido vencer dos etapas), lo hizo en 1952 detrás de Fausto Coppi y Stan Ockers. Fue testigo de excepción de aquel bidón compartido entre Coppi y Bartali en plena ascensión al Galibier, un instante para la historia del ciclismo.

ALBERTO DIAZ CABALLERO

Fotos cedidas por Bernardo Ruiz

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