Tras volver después de la sanción que le mantuvo en 2011 sin competir y anulaba todo lo conseguido en 2010, “el Bala” regresó en 2012 con un grandísimo nivel que demostraba que había que seguir contando con él. Firmó un gran Tour Down Under ganando la etapa reina, se llevó la Vuelta a Andalucía con etapa incluida y también destacó en la París Niza con otra etapa. Llegaba al Tour con esperanzas y buscando la general pero pronto se torcieron las cosas con caídas y averías que le dejaron fuera de toda opción ya en la primera semana.
Sin embargo, ganó épica y agónicamente la etapa con final en Peuyragudes lo que le supuso un gran triunfo moral para sí mismo, y para una afición que le seguía adorando. Ese Tour dejó K.O a Samuel Sánchez que defendería el oro en los Juegos Olímpicos de Londres que empezarían seis días después de la ronda gala. Para colmo, otro de los puntales de la Selección Española, Óscar Freire, también era baja por otra caída en el Tour, por lo que sin el asturiano ni el cántabro, ni Contador, que apuraba su regreso tras la sanción y que no llegó por unos días a Londres, Alejandro Valverde se posicionaba como el único líder de la Selección para intentar aspirar a una medalla en sus terceros Juegos.
Sin Samu ni Freire, el Seleccionador José Luis de Santos montó un potente bloque que arroparía a Valverde para llegar con opciones de medalla en una prueba que parecía hecha a medida para resolverse al sprint en favor del “local” Marc Cavendish.
Además de Valverde, su paisano Luis León Sánchez que también llegaba de alzar los brazos en el Tour, sería la otra baza de España. Para acompañarlos, un Jonathan Castroviejo que ya empezaba a dar muestras de su potencial como gregario todoterreno, junto a Fran Ventoso que tampoco era un don nadie en las llegadas masivas, y un guerrillero y buen rodador como José Joaquín Rojas, dispuesto a dejarse todo por sus compañeros; por lo que a pesar de las bajas, España era una de las selecciones a tener en cuenta. Es más, los nuestros llevaban los dorsales del 1 al 5, al ser España, la selección vencedora por el equipazo que tenía en 2008.
La carrera constaría de 250 kilómetros a través de Londres, dando ocho vueltas a un circuito de 15,6 kilómetros prácticamente llanos con alguna tachuela sin apenas dificultad y en donde sería difícil que ahí se rompiera la carrera; por lo que todo lo que no fuera una llegada masiva, sería casi considerado sorpresa.
Como dijimos, Gran Bretaña con Cavendish como jefe de filas y gregarios de lujo como Wiggins y Froome, Suiza con Cancellara, Italia con Nibali y Viviani, Bélgica con Boonen y Gilbert, Australia con Evans y Gerrans, Holanda con Gesink y Lars Boom, Rusia con Kolobnev que quería buscar una medalla real tras lo ocurrido en Pekín cuatro años antes, Alemania con Greipel y Degenkolb, o Eslovaquía con un joven Peter Sagan que venía que arramplar en el Tour ganando al sprint cuatro etapas con una facilidad pasmosa, eran a priori, las ruedas a seguir por las cámaras.
Como se preveía, Gran Bretaña dominó la carrera de principio a fin a pesar de las escapadas que se formaron. Algunas por lucimiento, otras para mover el árbol, y alguna para adelantar un posible movimiento de algunos hombres importantes en la última parte de la carrera.
Castroviejo fue de los que mejor respondieron pues se supo meter en la primera escapada más o menos buena en el kilómetro 23 que contaba con nombres interesantes como Menchov u O´Grady. Pero se veía que no iba más allá pues no cogían una buena renta y Gran Bretaña tampoco parecía nerviosa tirando del pelotón en todo momento.
Las cámaras enfocaban al dorsal cuatro: Alejandro Valverde. A nadie se le escapaba que el líder de Movistar llegaba con buenas piernas a su tercera cita olímpica, y ya contaba con galones y respeto que a base de años se había ganado entre lo más selecto del pelotón internacional.
Ciclistas como Michael Rogers, luego Nibali y Gilbert y varios más, lo intentaban sin éxito, hasta que el belga lo volvió a intentar pero en solitario a 60 de meta buscando sin duda mover la carrera para Boonen.
A 42 kilómetros de meta era cazado por el pelotón y justo en ese momento Luisle propició otro ataque bastante numeroso en el que estaban Castroviejo y Alejandro Valverde, además de otros gallos como Niballi o Cancellara. La distancia respecto al pelotón del que seguía tirando Gran Bretaña rondaba el minuto. Ni aumentaba ni disminuía, y así con ese grupo de 31 unidades pasaron varios kilómetros con España y Suiza tirando y más atrás Wiggins y Froome llevando en volandas a “Cavs”, confiando aún en dar caza a los insurgentes y terminar en volata en el centro de Londres.
Ya a 20 de meta se entraba en la “city” y un poco más adelante, a 15 kilómetros de la conclusión, Fabian Cancellara que tiraba del grupo se golpeaba contra unas vallas tras una curva mal trazada que terminaba con sus opciones de medalla y sobre todo, le dejaba tocado para la prueba contrarreloj.
Así las cosas, con Valverde aguardando su momento y aún con las fuerzas intactas bien cubierto por Luisle y Castro, a ocho de meta Vinokourov que apenas había aparecido y Rigoberto Urán abrían hueco y se marchaban solos, mientras que todo un campeón del Tour como Wiggins se esforzaba en vano para intentar llegar a ese grupo donde parecían que estaban las medallas.
El kazajo y el colombiano se entendieron bien y llegaron con tiempo suficiente a los últimos 300 metros, justo cuando el corredor de Astana aprovechó un despiste del de Sky que miraba hacia atrás, para irse solo y conseguir un merecido oro tras la caída del Tour en 2011 que casi le retira.
El oro y la plata se habían esfumado. Solo quedaba pelear por el bronce pero el más rápido fue el noruego Alexander Kristoff que se colgaba la tercera medalla en el sprint final.
Luisle terminó decimocuarto y Valverde decimoctavo. Unos segundos después llegaba un peleón Jonathan Castroviejo. No hubo suerte y nos quedamos con ganas de no haber hecho todo lo que se pudo conseguir. Seguramente eso pensaban en muchas selecciones. Sobre todo la británica con Cavendish a la cabeza que llegaba 30 segundos después con el resto del pelotón. En ese grupo también llegaban Fran Ventoso y Rojas, es decir, los cinco integrantes de la Selección pudieron completar la prueba.
En líneas generales en una carrera de un día tan larga, sin pinganillos y sin dos de las opciones como eran Samuel Sánchez y sobre todo Óscar Freire, la Selección respondió bastante bien. Pero nos quedamos con ganas, quizás por lo conseguido cuatro años antes, de que España podría haber estado más cerca de las medallas.
La siguiente cita sería en Rio de Janeiro en 2016 y ahí Valverde sería ya todo un veterano. En esos Juegos también estaría Alberto Contador y Purito Rodríguez, por lo que la Selección de nuevo sería favorita. ¿Serían los últimos Juegos para el murciano?
SERGIO ANDRÉS / @entrebiciybalon
